¿Te gustaría dejar el sofá de tu autocaravana y sentirte pastor por un día? ¿Te imaginas cómo sería la experiencia?
Acompañamos a Gemma, veterinaria y pastora del rebaño de Cal Serrats, una pandilla de seiscientas ovejas y alguna que otra cabra con mucha personalidad. Quedamos a las cinco de la tarde junto al pueblo. Gemma nos espera subida en su moto de trail y nos guía por un caminito de tierra hasta llegar al redil donde deja a su rebaño echar la siesta.
Así empezó esta experiencia que hemos vivido durante el #VanwoowRoadtrip ¿Quieres saber cómo vivimos eso de ser pastor por un día? Ahora te lo contamos todo 😉
Pastor por un día: paseando con 600 ovejas
¡Señoritas, ha llegado la hora de dar el paseíto de la tarde! En este momento tenemos que ser rápidos y apartarnos de la puerta del redil para no ser arrollados por más de 2.400 patas. Sí, sí, 2400 patas, has leído bien. Pero para rápida Cuca, una preciosa gossa d’atura que vuela a la llamada de Gemma y la ayuda a que ningún animal se descarríe por el camino, incluidos nosotros.
Empezamos el paseo y Gemma nos va contando curiosidades sobre sus animalillos. Montse, Crema… todas tienen nombre y todas tienen una personalidad diferente, como las personas. Imaginaros tener 600 amigos y saber todos sus nombres. Peor aún, imaginaros quedar todas las mañanas y todas las tardes con ellos… ¡una locura!
Seguro que alguna vez, al ver un pastor junto a su rebaño, has sentido la curiosidad por saber en qué piensan durante tanto rato solos. No vamos a ser nosotros quiénes te lo contemos, tienes que venir y preguntárselo tú mismo, porque estará encantada de conversar contigo. Ambos tenéis mucho que enseñaros.
La tarde pasa de parcela en parcela. Gemma ya les ha contado dónde pueden y dónde no pueden pastar. Un poquito de gramíneas junto al cementerio, un poquito de leguminosas junto a la entrada del pueblo, un poquito de higueras junto… ¡Eyy! ¡De las higueras está prohibido comer!
¿Sabías que tanto las ovejas como las cabras tienen 4 estómagos? Esto es porque son rumiantes y a diferencia de nosotros su digestión se realiza en dos fases, como cuando comemos gazpacho bien cargadito de ajo. Estas y otras curiosidades te contará Gemma mientras descansas sentado sobre un viejo neumático de tractor.
Ya de vuelta se unen a la pandilla tres chavales sonrientes. Son las hijas y el hijo de Gemma. Tienen la impagable fortuna de poder pasear al atardecer con sus bicicletas y acompañar a su madre a dejar al rebaño protegido en su redil.
Toda una hazaña volver de nuevo con exactamente 600 ovejas, alguna que otra cabra con mucha personalidad y dos pastores inexpertos. Sin experiencia pero con una nueva visión del trabajo que conlleva poder degustar unas ricas costillitas de cordero.
En la granja nos espera José María, la versión matutina de Gemma, con la que comparte rebaño, casa y familia y a quien conocerás si haces “la mañana del pastor”. Mientras uno está fuera con el rebaño, el otro se queda haciendo las labores en una granja donde no se conoce el término “no laborable”.
Una tarde fantástica junto a esta pastora que te contará todo un sinfín de curiosidades sobre el mundo del pastoreo. A ritmo de bastón entenderás el valor que tiene este oficio y el por qué sus corderos ecológicos son los más guapos y sabrosos de la región.
Sería mucho decir que hoy hemos sido pastores. Tan sólo hemos llegado a ser aprendices de acompañante de pastor. Pero sólo eso nos ha permitido vivir una experiencia que nunca olvidaremos. Una más de todas las que viviremos durante el #VanwoowRoadTrip y que compartiremos contigo en vanwoow para que tú mismo las vivas también.
¿Te gustaría ser pastor por un día? ¡Cuéntanos en los comentarios! 😉